Los tubos galvanizados en caliente se fabrican con tubos de acero al carbono y con revestimiento de zinc. El proceso implica lavar con ácido la tubería de acero para eliminar cualquier óxido u oxidación, limpiarla con una solución de cloruro de amonio, cloruro de zinc o una combinación de ambos antes de sumergirla en un baño de galvanización en caliente. El recubrimiento galvanizado resultante es uniforme, altamente adhesivo y tiene una alta resistencia a la corrosión debido a las complejas reacciones físicas y químicas que ocurren entre el sustrato de acero y el recubrimiento a base de zinc fundido. La capa de aleación se amalgama con la capa de zinc puro y el sustrato de la tubería de acero, proporcionando una excelente resistencia a la corrosión.
Los tubos galvanizados en caliente se utilizan ampliamente en diversos campos, como invernaderos agrícolas, protección contra incendios, suministro de gas y sistemas de drenaje.